México, 9 mar (Prensa Latina) México luce hoy como un jardín sin flores por la ausencia de mujeres en comercios, oficinas, bancos y dependencias públicas, en acatamiento a un paro nacional que tiene a plazas y calles sin ellas.
La medida adoptada por las féminas, y que según sus voceras es respetado por unas 30 millones de compatriotas -las que son el sustento único de sus familias se adhieren al movimiento sin dejar de laborar-, es contra el feminicidio y toda violencia de género, lo que incluye el maltrato, la discriminación, desigualdad social e impunidad judicial.
Las sucursales bancarias se ven extrañas, porque detrás de las ventanillas, donde suele haber más mujeres que hombres, solo se observan rostros masculinos en aquellas entidades que permanecen abiertas, pues la mayoría cerraron por falta de ellas.
Instituciones del gobierno admiten que cada día 10 mujeres son asesinadas o desaparecidas y muchas de estas nunca reaparecen o son encontradas muertas en lugares comunes. Es un panorama cotidiano, pero por dantesco que se vea, las mujeres dicen que el feminicidio es la punta del iceberg.
El acoso sexual, la desigualdad, el desprecio, el abuso, las violaciones, la impunidad con la que se cometen los crímenes y la ineficiencia de la justicia para castigar a los culpables, son razones causantes del estallido de este paro, según Elba Bolaños, una de las voceras del movimiento Un día sin nosotras.
Dijo que en muchas escuelas -la gran mayoría cerradas- convocaron a madres y padres de las niñas para explicarles el alcance del paro y recordarles que la enseñanza para que se respete a la mujer empieza en los hogares aunque se extienda al aula.
La efectividad de la lucha contra la violencia de género depende de los valores que se inculquen en la casa.
En clínicas y hospitales del sector salud la actividad es normal. Las mujeres, principalmente enfermeras, se presentaron y atienden a pacientes.
«Más de 70 por ciento del personal de enfermería somos mujeres. ¿Cómo vamos a faltar?», indicó Ana, una enfermera que lleva en su cuello un pañuelo verde en señal de apoyo al movimiento.
Si todas dejamos de asistir a los servicios médicos habría un caos, reflexionó. La saturación «normal, la de todos los días, se volvería inmanejable», comentaron algunas de sus compañeras de los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Según información del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) si todas las féminas se ausentaran sólo por un día el país se paralizaría. Se perderían dos quintas partes de la fuerza laboral: 21,6 millones de mujeres, y las pérdidas en la economía nacional serían de 37 mil millones de pesos (más de dos mil millones de dólares).
Se espera con ansiedad un balance de la jornada en la que se calculan unas 30 millones de mujeres, pero contando a las estudiantes de todo el espectro escolar que suman alrededor de la mitad de ese total.